Efesios 3:14-21
REUNIÓN No. 20
Fecha: 17/07/14 Asistencia 10 personas
¿Que
tan grande puede ser la bendición de Dios? Con esta interrogante dejo traslucir
una de las cosas que se hablan en las reuniones. Muchos de nosotros contamos
nuestros testimonios de las veces que sabemos que Dios ha metido su mano para
favorecernos.
Cuando
quise buscar un texto bíblico relacionado con este tema, encontré muchísimos y
me pareció lógico que fuera de esta forma. Al estudiar varios de ellos logré
entender que hay muchas formas de
bendiciones y que las espirituales son las mejores bendiciones.
Esta
bendición espiritual proviene del amor. Este texto tiene como titulo “El
amor que excede todo conocimiento”
Texto
Bíblico Efesios 3:14-21 Como vemos son siete versículos que analizaremos para
comprender el tema a profundidad.
14.- Por esta causa doblo mis
rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15.- de quien toma nombre
toda familia en los cielos y en la tierra, 16para que os dé, conforme a las
riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por
su Espíritu;
17.- para que habite Cristo por la fe
en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
18.- seáis plenamente capaces de
comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la
profundidad y la altura,
19.- y de conocer el amor de Cristo,
que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de
Dios.
20.- Y a Aquel que es poderoso para
hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros,
21.- a él sea gloria en la iglesia en
Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
Comentario de Ver. 14-17 La fuerza
del Espíritu de Dios en el hombre interior; fuerza en el alma; el poder de la
fe para servir a Dios y cumplir nuestro deber.
Si la fe en Cristo está escrita en nuestros corazones,
y el amor de Cristo es derramado por todas partes, entonces Cristo habita en
nosotros.
Donde habita su Espíritu, ahí habita
Él.
Desearíamos que los buenos afectos
fueran fijados a nosotros. ¡Cuán deseable es tener la sensación firme del amor
de Dios en Cristo en nuestras almas!
Ver.18-19.-¡Con cuánta fuerza habla
el apóstol del amor de Cristo! La anchura muestra su magnitud a todas las
naciones y rangos; la longitud, que va de eternidad a eternidad; la
profundidad, la salvación de los sumidos en las profundidades del pecado y la
miseria; la altura, su elevación a la dicha y gloria celestiales.
Puede decirse que están llenos con
la plenitud de Dios los que reciben gracia por gracia de la plenitud de Cristo.
¿No debiera esto satisfacer al
hombre? ¿Debe llenarse con mil engaños, jactándose que con esas completa su
dicha?
Ver. 20, 21. Siempre es apropiado
terminar las oraciones con alabanza.
Esperemos más, y pidamos más,
alentados por lo que Cristo ya ha hecho por nuestras almas, estando seguros de
que la conversión de los pecadores y el consuelo de los creyentes, será para su
gloria por siempre jamás.
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